viernes, 17 de julio de 2009

Venezuela: los socialistas se reagrupan

Con más de siete millones de miembros, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) inició un proceso de reorganización para fortalecer su estructura ante un congreso extraordinario y un nuevo proceso electoral.
La primera fase, denominada de reagrupamiento, tiene entre sus objetivos la formación de más de 200 mil "patrullas", como pasan a denominarse sus organizaciones de base, antes "batallones". La modificación, resultado del análisis de dos años de existencia del partido, pretende hacer más ágiles las células de la organización, acercarlas más a sus comunidades y estrechar la vinculación con el resto de la población. Esta orientación tiene una importancia vital para el objetivo estratégico del PSUV, que busca la irreversibilidad del proceso de cambios iniciado en 1999 bajo la dirección del presidente Hugo Chávez y fortalecer su enfoque socialista. De forma más inmediata, la mayor organización política de Venezuela tiene ante sí elecciones parlamentarias en 2010 que apuntan a ser un proceso complejo, para el cual la oposición política comenzó ya a prepararse. Antes, en los meses de octubre y noviembre, el PSUV organizará un congreso extraordinario que deberá definir aspectos relativos a la ideología, estructura, táctica y estrategia de la agrupación formada por Chávez para intentar unir a la izquierda venezolana.Al engrasar la maquinaria partidista, los socialistas venezolanos buscan una mayor participación de sus miembros, entre los cuales se estima que unos tres millones no acuden regularmente a sus reuniones y otras convocatorias.
La nueva estructura debe facilitar la participación de los militantes en las acciones de su comunidad, al sustituir como célula básica del partido a los "batallones" que agrupaban cada uno hasta 300 miembros por las "patrullas" con un máximo de 30 militantes. El reagrupamiento o reorganización del PSUV, en opinión de Chávez, debe propiciar en cada militante "la eficacia política y la calidad revolucionaria".
El presidente de Venezuela y del PSUV considera que la organización debe garantizar la conformación, transformación y expansión del poder "revolucionario, político, económico, moral y del conocimiento para conseguir la igualdad social". Según su opinión, los militantes socialistas deben tener cuidado con el teoricismo y el pragmatismo y advirtió que el partido debe construirse con la teoría y la práctica, sin dejar de lado la acción y el esfuerzo cotidiano, el estudio y la participación.
La proyección es organizar a los miembros de la organización por zonas de residencia, en un proceso que debe concluir en agosto o septiembre. Un elemento considerado clave para el futuro del partido es la afluencia de jóvenes en la organización, con un estimado de un millón 98 mil 532 inscritos menores de 29 años de edad.En opinión de uno de los ideólogos del PSUV, Alberto Muller, esta fuerza atraviesa una etapa de oro en el proceso de su maduración al abrirse a un debate dentro de sus filas acerca de los aciertos y errores del proceso revolucionario.
En la nueva etapa, la agrupación tiene la tarea de consolidar un cambio radical ocurrido en la política venezolana con el triunfo electoral de Chávez en 1998, que terminó con el predominio de los partidos de derecha. En 10 años, los otrora poderosos partidos Acción Democrática y COPEI, que gobernaron alternativamente durante casi medio siglo, perdieron su influencia, mientras las organizaciones creadas para sustituirlos no han logrado el necesario arraigo en la población, Una encuesta del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD) encargada por grupos económicos y actores de la oposición, reflejó a principios de año cual es el panorama actual político en el país. Según el sondeo el 41,6 por ciento de la población apoya al PSUV, seguido por Un Nuevo Tiempo con 5,4 por ciento, Acción Democrática con 4,6 por ciento, Primero Justicia con 4,2 por ciento y 32,8 por ciento expresó que no apoya a ninguno de los partidos.
Más allá de las cifras, la vida política venezolana actual muestra claramente un evidente predominio de la izquierda encabezada por el PSUV, con partidos aliados como el Comunista y Patria para Todos, entre otros. Para la oposición, la falta de un programa alternativo a las propuestas de justicia social de Chávez y el PSUV siguen siendo un problema para atraer a los sectores indecisos, lo mismo que la falta de un líder carismático y la lucha interna entre ese sector.
El reto del PSUV es mantener un predominio expresado en más de 10 procesos electorales los últimos 10 años, con una sola derrota en el referéndum de una reforma constitucional, que tendrá su próxima prueba en 2010. Para el próximo año la oposición parece decidida a no repetir el costoso error de los anteriores sufragios parlamentarios, cuando en un intento infructuoso por descalificar el poder legislativo retiró todos sus candidatos.
La reorganización del PSUV adquiere así, además de su indudable importancia estratégica, un peso importante con vistas a la definición del panorama legislativo nacional, una pieza importante en los planes de transformación del país suramericano.

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